«Diles a Aarón y a sus hijos que impartan la bendición a los israelitas con estas palabras: 24 »”El Señor te bendiga y te guarde; 25 el Señor te mire con agrado y te extienda su amor; 26 el Señor te muestre su favor y te conceda la paz”. – Números 6:23-26
Hogares que imparten bendición
– 23 «Diles a Aarón y a sus hijos que impartan la bendición a los israelitas con estas palabras:
Nuestros hijos necesitan la bendición de sus padres. Hay tantos padres que maldicen a sus hijos de diferentes maneras. Pero Dios está buscando padres que viven lo que dicen y que a través de sus vidas puedan bendecir a sus hijos. Si anhelamos la bendición, tenemos que cubrir a nuestros hijos con la oración, con tu ejemplo y con la oración. Toma acción y comienza a bendecir a tus hijos.
Hogares que imparten protección
– 24 »”El Señor te bendiga y te guarde;
Hay que cubrir el hogar con la sangre de Jesús. La cruz tiene poder para romper cualquier obra del enemigo.
El enemigo está peleando para que tu familia e hijos sean destruidos. Tenemos que enfocar nuestras oraciones de guerra en contra del enemigo y reclamar nuestros hijos para el Señor.
Hogares que imparten agrado y amor
– 25 el Señor te mire con agrado y te extienda su amor;
Los hijos tienen que sentir nuestro agrado y nuestro contentamiento por ellos. El amor tiene que llenar nuestras casas. Palabras hirientes o de agresión no pueden ser parte de nuestras casas.
¡Qué triste ver familias que nombran a Jesús y viven un infierno en sus casas!
Este no es el plan de Dios. Dios anhela que nuestras casas sean llenas de Su amor y Su presencia.
Hogares que imparten favor y paz
– 26 el Señor te muestre su favor y te conceda la paz”.
En nuestras casas se tiene que respirar el favor de Dios y crear ambientes de paz. Dios tiene favor para sus hijos y tenemos que declarar este favor sobre la familia.
La paz tiene que gobernar en nuestras vidas y sobre los matrimonios e hijos. Ellos necesitan sentir la paz de Dios en todo momento. Construyamos casas de paz.
Impartimos la bendición, la protección, el agrado, el amor, el favor y la paz sobre tu familia.
No bajemos los brazos por nuestras familias,
Pastor Rocco