“Vengan, síganme —les dijo Jesús—, y los haré pescadores de hombres.” – Mateo 4:19
Me encanta pescar! Especialmente cuando sacamos peces. Fuí con algunos amigos el año pasado a pescar y fue buena la cantidad que sacamos. Fue una experiencia muy buena pero hay otra pesca que es más importante y es la de ser un pescador de hombres. Jesús llamó a sus discípulos a este llamado. Pero su primer llamado era primero, ser discípulos, venir a el, seguirlo, y haré de ustedes pescadores de hombres. Primero, el llamado es seguirle y el segundo llamada es a ser pescadores de hombres. La palabra “síganme” es deute que significa ven aquí, ven con interjección, ven ahora. Un comentario dice que “ven después de mi” es la expresión de Jesús. No podemos hacer nada si no venimos en pos de el.
Tenemos que estar con él, primero que todo para hacer cualquier cosa en su reino. Juan 6:68 esta la proclamación de Simón Pedro “Señor —contestó Simón Pedro—, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. 69 Y nosotros hemos creído, y sabemos que tú eres el Santo de Dios.” Hay que aprender a estar con el. El es nuestra salvación, separados de el nada podemos hacer, todo comienza en negarnos a nosotros mismos, tomar la cruz y seguirle. Nuestra texto dice en Mateo 8: 20 “Al instante dejaron las redes y lo siguieron.” Juan 1:36 dice así “Al ver a Jesús que pasaba por ahí, dijo:—¡Aquí tienen al Cordero de Dios! 37 Cuando los dos discípulos le oyeron decir esto, siguieron a Jesús.” Decirlo es lo más fácil, hacerlo es el parte mas difícil. Pero tenemos la seguridad que el Señor nos va acompañar en este tarea. No se olvide que él tiene más interés en tu vida que uno mismo.
Tiene más interés en hacerte pescador de hombres de los que siguen a el. La palabra hombres es anthropos que significa ser humano, sea masculino o femenino, individual humano, diferente de todos los otros animales o plantas, también de la diferencia que sea naturaliza de hombre de cuerpo y alma, corruptiva y se naturaliza conforme a Dios. Jesús lo subió del más bajo a más alto pescador de hombres, como David que se llevó de lo bajo a lo más alto. Salmos 78:70 “Escogió a su siervo David, al que sacó de los apriscos de las ovejas, 71 y lo quitó de andar arreando los rebaños para que fuera el pastor de Jacob, su pueblo; el pastor de Israel, su herencia. 72 Y David los pastoreó con corazón sincero; con mano experta los dirigió.” Un pescador de hombres de corazón abierto a Dios e integridad de mano. Nuestro deseo tiene que ser seguir el Señor en todo lugar donde él quiera que vayamos. Este seguir a Jesús nos va a hacer pescadores de hombres. No podemos quedarnos donde estamos tenemos que ver vidas transformado por el poder de Dios.
Sigamos a Jesús,
Pastor Rocco