“Pero el Señor le dijo a Samuel: ―No te dejes impresionar por su apariencia ni por su estatura, pues yo lo he rechazado. La gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón.” – I Samuel 16:7
En nuestra sociedad hay una carencia muy grande, en la búsqueda de personas ejemplares. No existen referentes que marquen la diferencia, es por eso que Dios nos anima a que podamos ser esa clase de “gente que marca la diferencia.” Y la pregunta aquí es: ¿Cómo podemos marcar la diferencia? La apasionante historia de David, nos va a motivar a ser esas personas donde los demás quieran imitar.
Luego de la decepción de Saúl como rey de Israel, Dios levanta a Samuel para que vaya a ungir un nuevo rey que pueda ser diferente en todos los aspectos.
1- La orden de Dios -vs.7- “No te dejes impresionar por su apariencia ni por su estatura, pues yo lo he rechazado”.
Dios desecha toda apariencia. En un mundo donde todo circula en aparentar, donde se construyen perfiles que solamente son substanciales, a veces queremos aparentar algo que no somos. Dios no quiere eso de nuestras vidas, sino que Él quiere marcar Su identidad en nosotros. Él quiere romper con toda apariencia que no construye nuestra vida sobre una base sólida que es nuestra identidad en Él.
2- La Mirada de Dios- vs. 7- “La gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón”.
La elección de Saúl fue basada en la apariencia que este mostraba ante los demás. En el capítulo 9 de 1 Samuel dice en el vs. 2 que Saúl era “joven y hermoso. Entre los hijos de Israel no había otro más hermoso que él; de hombros arriba sobrepasaba a cualquiera del pueblo” (RV60)
Esta fue la lección de Dios para Samuel, que no se fije nuevamente en lo que esté delante de sus ojos, sino que para elegir al nuevo rey, tenía que dejarse guiar por lo que Dios veía en el corazón. Una persona que marca la diferencia tiene un corazón conforme al corazón de Dios y eso no quiere decir que sea alguien perfecto, sino que apunta a una persona que sea lo más parecida a Dios. Que a pesar de los errores que pueda cometer, sepa que la única salida es Dios y que en Él puede encontrar el verdadero perdón.
3- La Selección de Dios- vs.11 “¿Son estos todos tus hijos? ―Queda el más pequeño —respondió Isaí—, pero está cuidando el rebaño. ―Manda a buscarlo —insistió Samuel—, que no podemos continuar hasta que él llegue”.
La gente que marca la diferencia no siempre son aquellos que quieren llamar la atención de todos, algunos los califican como los “floreros de mesa”. Esa no es la gente que siempre califica Dios. Ya habían pasado todos los hijos que Isaí creía que eran aptos para el cargo, pero se había olvidado de uno. Ese era David, aquel pastor de ovejas, que nadie pensaba que Dios lo iba a mirar para ser el futuro rey de Israel. Esta enseñanza les estaba dejando a la familia de Isaí, que no siempre lo que nosotros creemos apto, para Dios lo es. Nuestros parámetros de calificación son distintos a los que Dios tiene.
4- La Conformidad al Corazón de Dios- vs.12-“Isaí mandó a buscarlo, y se lo trajeron. Era buen mozo, trigueño y de buena presencia”.
¿Hay una contradicción en cuánto a lo que decía Dios antes de no mirar las apariencias? Las características de David eran similares a la de sus hermanos, con la diferencia que él tenía un corazón como el que Dios andaba buscando. Tal vez para Dios puede ser importante tener una buena apariencia, pero no tiene que suplantar una cosa por la otra. La gente que marca la diferencia no se centra en complacer a Dios solamente con su apariencia, sino que también de mantener un corazón puro, dispuesto, sensible a la voz de Dios.
5- La Consagración de David- vs.12- “El Señor le dijo a Samuel: ―Este es; levántate y úngelo. 13 Samuel tomó el cuerno de aceite y ungió al joven en presencia de sus hermanos. Entonces el Espíritu del Señor vino con poder sobre David, y desde ese día estuvo con él”. Muchas veces creemos que la unción o el ungimiento en la Biblia, tiene que ver con EXCLUSIVIDAD, pero realmente no es así. El ungir a alguien implicaba que esa persona sea consagrada para Dios. Esto que se estaba realizando con David, era un acto de consagración para una función, nada más que eso.
El anhelo de Dios es encontrar gente que pueda ser consagrada para y por Él. Su plan no es exclusivista, sino que es inclusivo, para que todos aquellos puedan ser personas que marquen la diferencia no por lo que ellos puedan llegar a ser, sino por lo que Dios pueda llegar a ser con ellos.
¡Marquemos la diferencia!
Pastor Rocco
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