“Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran.” -Romanos 12:15
En este mes nos estamos enfocando en la importancia de la comunidad. Nos necesitamos unos a otros. Es muy fácil a veces, llorar con los que lloran, pero nos cuesta alegrarnos con los que se alegran. Entendemos que la comunidad de fe no es una comunidad egoísta sino que comparte el amor con todos.
Vamos a ver cuatro áreas de la comunidad en Romanos 12:
I. La base de la Comunidad es el amor- vs. 9-11
“9 El amor debe ser sincero. Aborrezcan el mal; aférrense al bien. 10 Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose mutuamente.11 Nunca dejen de ser diligentes; antes bien, sirvan al Señor con el fervor que da el Espíritu.”
El amor debe ser sincero. Sin nada de “cera” est hace referencia a lo que usaron en tiempos antiguos para tapar los rajaduras en los vasos para tapar y disimular esos defectos. Si eso pasa en nosotros, no podemos crecer como comunidad. También Cristo tiene que ser el centro de la comunidad con su gran amor. I Juan 4:20 dice – “Si alguien afirma: «Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es un mentiroso; pues el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto.”
El amor debe ser fraternal para desarrollarse en la comunidad. Tiene que tener vínculos saludables que puedan servir para fortalecernos unos a otros. El amor debe ser con respeto y honra para con Dios. Este respeto se extiende a nuestra familia y hermanos, y sobre todo tiene que llegar a la gente que no conoce a Jesús.
II. El motor de la Comunidad es la hospitalidad- vs. 12-14
“12 Alégrense en la esperanza, muestren paciencia en el sufrimiento, perseveren en la oración. 13 Ayuden a los hermanos necesitados. Practiquen la hospitalidad. 14 Bendigan a quienes los persigan; bendigan y no maldigan.”
Esto implica ayudar a los necesitados en el área espiritual, económica, y emocional. Tiene que ver con ser constantes en oración, convivencia, y consolidación. La convivencia nos lleva a ser incomodados, sobrepasar limitaciones, y superar el ego.
Hebreos 10:24 “Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras. 25 No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca.”
III. El equilibrio de la Comunidad es la armonía- vs. 15-16
“15 Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran. 16 Vivan en armonía los unos con los otros. No sean arrogantes, sino háganse solidarios con los humildes. No se crean los únicos que saben.”
Debemos mostrar interes en el otro en todo momento, en los buenos y en los dificiles. Nuestras necesidades tiene que pasar a un segundo plano. Se requiere de humildad para no sentirnos superior al otro y muestra solidaridad teniendo a Jesús como nuestro parametro. La armonia en la comunidad se manifiesta en el diario vivir a medida que nos relacionamos con las necesidades de los demás y mostramos empatía.
Hechos 2:46- “No dejaban de reunirse en el templo ni un solo día. De casa en casa partían el pan y compartían la comida con alegría y generosidad, 47 alabando a Dios y disfrutando de la estimación general del pueblo. Y cada día el Señor añadía al grupo los que iban siendo salvos.”
IV. La conducta de la Comunidad es el perdón- vs. 17-21
“17 No paguen a nadie mal por mal. Procuren hacer lo bueno delante de todos. 18 Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos. 19 No tomen venganza, hermanos míos, sino dejen el castigo en las manos de Dios, porque está escrito: «Mía es la venganza; yo pagaré», dice el Señor. 20 Antes bien, «Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Actuando así, harás que se avergüence de su conducta.» 21 No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien.”
Esto requiere de un corazón dispuesto a recibir el perdón de Dios, aceptar el perdón, y de manifestar el poder de perdonar. Implica romper con paradigmas culturales y no tomar venganza de lo que nos hacen, amar a nuestros enemigos, y sobre todo practicar la paz con todos por igual. Manifestar la justicia de Dios implica menguar en nuestro juicio, y descansar en Su justicia.
I Juan 4:11 “Queridos hermanos, ya que Dios nos ha amado así, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros.”
¡Que Dios fortalezca nuestros lazos de compromiso con el prójimo!
Pastor Rocco
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