“Josafat les ordenó: «Ustedes actuarán con fidelidad e integridad, bajo el temor del Señor. Cuando sus compatriotas vengan de las ciudades y sometan al juicio de ustedes casos de violencia, o algún otro asunto concerniente a la ley, los mandamientos, los estatutos y los juicios, ustedes les advertirán que no pequen contra el Señor, para que su ira no caiga sobre ustedes y sobre ellos. Si así lo hacen, no serán culpables.” (2° Crónicas 19:9-10)
Leí de un artículo hace un tiempo atrás de la historia de joven como Josafat. El día 17 de Diciembre de 1912, Bill Borden abordó un barco hacia la China previo paso por Egipto. Su carrera misionera sería una de las más breves pero mas efectivas en la historia de las misiones. Borden había sido criado en el seno de alto nivel económico en la costa dorada de Chicago. Poseía una caudalosa herencia.
Su madre conoció al Señor siendo Bill muy joven, ella lo llevó a dar sus primeros pasos en el cristianismo. No faltó mucho para que Bill también tuviera un encuentro con Dios y decidiera entregarle su vida sin reservas. Tiempo después, cuando el Pastor R. A. Torrey desafió a la congregación a dedicar su vida al servicio a Dios, William se puso de pie y alzo su mano. Estuvo parado durante todo el culto sin vacilar. El había tomado una determinación de la cual nunca se arrepentiría.
A lo largo de una convención misionera en Nashville, fue conmovido por la carga en llevar el evangelio a los musulmanes. Fue después de graduarse en la Universidad que anunció que entregaría su inmensa herencia por la causa mundial de misiones. Se incorporó a la misión China Inland Misión con pasión por evangelizar a los musulmanes en la China, pero primero iría a Egipto con la intención de aprender el idioma.
En vísperas de su salida, su madre viuda se preguntaba si había hecho lo correcto regalando su herencia y dejando su tierra por causa de Cristo. En el silencio de su dormitorio, triste y cansada, examinaba si tanto sacrificio valía la pena. A la mañana siguiente, cuando se levanto, sentía la presencia de Dios hablando a su corazón recordándole:
“… Porque de tal amó Dios al mundo ha dado a su hijo unigénito para que todo aquel que en el cree no se pierda más tenga vida eterna…”
Un mes después de llegar a Egipto contrajo meningitis espinal. Dos semanas más tarde murió, pero había dejado un mensaje debajo de su almohada: ” SIN RESERVAS, SIN VOLVER ATRÁS”
La historia de su sacrificio fue contada por los diarios de todo el país y la publicación de su biografía resultó en un salto dramático del número de jóvenes dispuestos a ofrecerse como sacrificios vivientes para el Señor.
Que Dios pueda levantar una generación de siervos con esta misma deseo. Génesis 12 nos dice de Abram “El Señor le dijo a Abram: «Deja tu tierra, tus parientes y la casa de tu padre, y vete a la tierra que te mostraré. » Haré de ti una nación grande y te bendeciré. Haré famoso tu nombre, y serás una bendición. Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan; ¡por medio de ti serán bendecidas todas las familias de la tierra!»” Dios exaltó la vida de Bill Borden al la mejor no de la forma que uno piensa. ¿Qué legado estamos dejando para la próxima generación? Josafat sirvió a Dios “con fidelidad e integridad, bajo el temor del Señor.” Advirtió a su generación que no peque contra Dios. Pedimos a Dios obreros para plantar nuevas Iglesias con esta misma convicción y que Dios levante a pastores dispuestos a enviarlos con esta confianza sin remordimiento! SIN RESERVAS, SIN VOLVER ATRÁS!
Adelante,
Pastor Rocco
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